Cuando ya estás realizando tu proyecto, puede llegar el momento en que te detienes a pensar qué pasaría si alguien más te acompaña en este viaje… Y es ahí donde te preguntas si será bueno tener un socio. ¿…Existirá este ser tan genial? Bueno, pues antes de comenzar a hablarte sobre los socios, te aclaro que este blog está enfocado a un nivel principiante, es decir, si apenas vas comenzando con un proyecto o emprendimiento pequeño. Entonces ¿qué socios podrías necesitar?
El socio capitalista
El socio capitalista se encarga de financiar, el aporta el dinero. Este socio se arriesga a perderlo si el proyecto no resulta exitoso. El socio capitalista puede ser un familiar, un amigo o alguien que decida invertir en tu proyecto a cambio de una rentabilidad a mediano o largo plazo, sin ser dueño de tu proyecto ni meterse en cómo gestionas tu proyecto por eso debe aportar máximo un 30% del capital social; de lo contrario, sería medio dueño de tu proyecto; sin embargo, pero eso no implica que no deba estar informado, al contrario, como está invirtiendo, va a esperar resultados. El socio capitalista es viable si lo que necesitas es financiación y no tienes acceso, por ejemplo, a un préstamo.
El socio operativo
Otro socio que podemos requerir es el operativo o ejecutivo, aporta su expertise y aptitudes, el socio operativo hace crecer y desarrollar tu proyecto, se implica en actividades y ahorra un costo operativo como lo dice su nombre, pero no es un empleado. Además, debe tener valores similares pues se hace parte del equipo para lograr los objetivos que tienen en conjunto.
El socio estratégico
También podemos requerir un socio estratégico, que beneficia nuestro proyecto siendo aliado, es decir, se complementa contigo y busca crecimiento en conjunto y puede permanecer por siempre o solo cuando logre los objetivos esperados.
¿Cómo debe ser un socio?
- Apertura. para tener buena comunicación, ante cualquier problema, duda, propuestas, tener apertura es primordial para trabajar en equipo.
- Motivación, para creer en el proyecto y dar ideas, buscar opciones, abrir panoramas para seguir…
- Aptitudes, para complementarte con el fin de beneficiar al proyecto. Por ejemplo, yo soy diseñadora y quiero hacer un podcast pero no sé por dónde empezar, entonces, lo que requiero es un experto en edición porque no tengo idea de cómo hacerlo. Este experto sabe cómo hacerlo.
¿Qué evitar en un socio?
- Despilfarrar. Los proyectos requieren una inversión, por lo que si tu socio no administra bien el dinero, hará gastos innecesarios y te hará falta para lo primordial.
- Quejas. Esto es lo contrario al motivador. Si solo da problemas y no resuelve, pues con la pena: no tiene razón de ser parte de tu proyecto.
- Envidia. Tu y tu socio son -deberían ser- un equipo, por lo que la competitividad no aplica aquí: el éxito se comparte. Puede pasar que se presente solo en eventos donde figure en lugar de comunicarse antes contigo para organizarse…
- Flojera. No basta solo capital ni con la idea, también hay que entrarle al trabajo. Por eso hay que establecer roles para definir quién ser encargará de qué actividades.
¿Cómo comenzar bien con tus socios?
Estableciendo un pacto, se trata de un documento donde se ponen sobre la mesa los acuerdos dentro del proyecto para regular cualquier situación. En un documento que ambos firmen para darle seriedad a esto, coloquen todos los detalles para que desarrollen de manera satisfactoria el proyecto que tienen en equipo.
Es algo que deber pensar a conciencia, un proyecto es como un hijo donde, si quieres darle un papá o mamá, debes elegir bien.
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